ASPERGER
Por Carlos Ruperto Fermín
Nadie nace llorando de dolor en la soledad de un rincón, pero la vida se encarga de dejarte llorando en la soledad de un frío rincón. Nadie nace con el corazón herido a punto de morir, pero la vida se encarga de matar al corazón salvajemente herido. Nadie nace escuchando mil veces la canción The Reason de Hoobastank, pero la vida no se cansa de gritarte tus equivocaciones con The Reason de Hoobastank.
Preguntándome qué día es hoy, llevé la estela de la vergüenza hasta su punto más álgido, y con el paso de un tiempo muerto en la cornisa, desperté tiroteado en el más angustioso de los abismos: la realidad.
Hacer daño te daña, pero más daña hacerte daño. Dañar es un placer, solo si te complace el placer del pecado. La vida tiene muchos placeres. Mi placer puede ser tu destrucción, y mi destrucción puede ser tu mayor placer. Los placeres van y vienen. A veces ni siquiera sabemos apreciar los placeres del destino, y por eso terminamos siendo las víctimas del peor victimario.
Preguntándome qué día es hoy, llevé la estela de la vergüenza hasta su punto más álgido, y con el paso de un tiempo muerto en la cornisa, desperté tiroteado en el más angustioso de los abismos: la realidad.
Hacer daño te daña, pero más daña hacerte daño. Dañar es un placer, solo si te complace el placer del pecado. La vida tiene muchos placeres. Mi placer puede ser tu destrucción, y mi destrucción puede ser tu mayor placer. Los placeres van y vienen. A veces ni siquiera sabemos apreciar los placeres del destino, y por eso terminamos siendo las víctimas del peor victimario.
Necesitaba un golpe de suerte para no rendirme. Una tierna caricia que acariciara a una tierna cicatriz. Un motivo para saber quién soy, una razón para reencontrarme conmigo mismo, y una palabra para animar el latido del valiente crepúsculo.
¿Te atreverías a besar el corazón roto de un buen samaritano? Desnudarlo con una sonrisa en el rostro, frotar suavemente su piel con tus manos, y besarle el pecho con una dosis letal de cariño.
Solo allí adentro, puedo resistir el vacío de estar solo. Solo allí adentro me olvido de los síndromes, de los traumas y de los complejos. Solo allí adentro puedo felizmente adentrarme, en la mejor de las aventuras jamás contada.
Tú llenaste mi corazón de fe, paz, amor, luz, esperanza y sabiduría. El corazón todo lo sabe, todo lo siente, todo lo dice, todo lo escucha, todo lo palpa. No es como el cerebro y sus trucos mentales, que van construyendo planetas de humo en tierra firme. Así no funciona el corazón. Al corazón nada se le escapa, a nadie se le esconde, y nada se calla. Se oprime cuando se siente oprimido. Se agranda cuando se siente agrandado. Se inquieta cuando se siente inquietado.
¿Te atreverías a besar el corazón roto de un buen samaritano? Desnudarlo con una sonrisa en el rostro, frotar suavemente su piel con tus manos, y besarle el pecho con una dosis letal de cariño.
Solo allí adentro, puedo resistir el vacío de estar solo. Solo allí adentro me olvido de los síndromes, de los traumas y de los complejos. Solo allí adentro puedo felizmente adentrarme, en la mejor de las aventuras jamás contada.
Tú llenaste mi corazón de fe, paz, amor, luz, esperanza y sabiduría. El corazón todo lo sabe, todo lo siente, todo lo dice, todo lo escucha, todo lo palpa. No es como el cerebro y sus trucos mentales, que van construyendo planetas de humo en tierra firme. Así no funciona el corazón. Al corazón nada se le escapa, a nadie se le esconde, y nada se calla. Se oprime cuando se siente oprimido. Se agranda cuando se siente agrandado. Se inquieta cuando se siente inquietado.
Tus mentiras se acobardan en el corazón, porque el corazón solo siente la verdad. Tus verdades se exaltan en el corazón, porque el corazón nunca siente la mentira.
Un corazón rojo es un corazón sano. Un dulce corazón rojo, es un corazón sano y salvo. Un dulce corazón rojo, sano y salvo, es el corazón de los corazones.
Por eso cuando recuerdo mi pasado, lloro a cántaros. Cuando vivo mi presente, lloro con nerviosismo. Y cuando anhelo mi futuro, lloro en silencio.
Mi vida fue completamente destruida en un segundo, y todavía me pregunto qué diablos pasó en mi endiablada vida. Me pregunto quién partió el cristal de mi cristalino corazón. Me pregunto dónde descansa el ataúd de mi eterno descanso.
Un corazón rojo es un corazón sano. Un dulce corazón rojo, es un corazón sano y salvo. Un dulce corazón rojo, sano y salvo, es el corazón de los corazones.
Por eso cuando recuerdo mi pasado, lloro a cántaros. Cuando vivo mi presente, lloro con nerviosismo. Y cuando anhelo mi futuro, lloro en silencio.
Mi vida fue completamente destruida en un segundo, y todavía me pregunto qué diablos pasó en mi endiablada vida. Me pregunto quién partió el cristal de mi cristalino corazón. Me pregunto dónde descansa el ataúd de mi eterno descanso.
Cuando el Mundo gira una y mil veces a tu alrededor, pero sientes una parálisis emocional que recorre todo tu Ser, es porque sabes que el anochecer se confunde con el amanecer.
Cuando te tratan con lástima, con desprecio y con condescendencia, vas pisoteando cada una de las inocentes lágrimas, y vas corrompiendo el homónimo sentimiento de culpa.
Cuando te quedas atónito viendo el fuego del cirio, que no se cansa de danzarte, de seducirte y de incendiarte, es porque sabes que la vida es un soplo al viento, y la suerte es un soplido al soplo de aquel viento.
Puedes quemarte, enamorarte o anonadarte. El arte es tan libre como la luz de la vida. Puedes maldecirte, perdonarte o comprenderte. La luz de la vida es tan libre como el arte. Puedes consumirte, apagarte o reinventarte.
Hay cirios que derraman gotas de sangre. Hay cirios que derraman gotas de placer. Y hay cirios que derraman gotas de arrepentimiento.
Cuando te tratan con lástima, con desprecio y con condescendencia, vas pisoteando cada una de las inocentes lágrimas, y vas corrompiendo el homónimo sentimiento de culpa.
Cuando te quedas atónito viendo el fuego del cirio, que no se cansa de danzarte, de seducirte y de incendiarte, es porque sabes que la vida es un soplo al viento, y la suerte es un soplido al soplo de aquel viento.
Puedes quemarte, enamorarte o anonadarte. El arte es tan libre como la luz de la vida. Puedes maldecirte, perdonarte o comprenderte. La luz de la vida es tan libre como el arte. Puedes consumirte, apagarte o reinventarte.
Hay cirios que derraman gotas de sangre. Hay cirios que derraman gotas de placer. Y hay cirios que derraman gotas de arrepentimiento.
Te juro que los ladrones del alma, no se robaron el magisterio de mi alma. Pero a veces complicarse gratuitamente la complicada vida, es el único remedio para castrarse el gran pantalón de la gallardía.
Castrado bajo la eucaristía de la lluvia, se bendecía un nuevo aliento de beneplácito, que se remojaba en alcohol, en incienso y en peregrinación.
Yo caminaba como el Diablo, sin cordones en los zapatos, sin calcetines en los pies, y sin rumbo en la mirada. Yo corría como Lucifer, con miedo de abrir la puerta, con temor de abrir la ventana, y con angustia de abrir el corazón. Yo volaba como Satanás, sin huella de remordimiento, sin rastro de titubeos y sin cenizas de paz.
Cuando caminas, se abren los caminos del cielo. Cuando corres, se abren las veredas del purgatorio. Y cuando vuelas, se abren los laureles del paraíso.
Si no caminas, si no corres y si no vuelas, se abre la gran boca del infierno. Allí nada ni nadie podrá salvarte, porque esa enorme boca se alimenta de tus errores, de tus ambiciones y de tus expiaciones.
Castrado bajo la eucaristía de la lluvia, se bendecía un nuevo aliento de beneplácito, que se remojaba en alcohol, en incienso y en peregrinación.
Yo caminaba como el Diablo, sin cordones en los zapatos, sin calcetines en los pies, y sin rumbo en la mirada. Yo corría como Lucifer, con miedo de abrir la puerta, con temor de abrir la ventana, y con angustia de abrir el corazón. Yo volaba como Satanás, sin huella de remordimiento, sin rastro de titubeos y sin cenizas de paz.
Cuando caminas, se abren los caminos del cielo. Cuando corres, se abren las veredas del purgatorio. Y cuando vuelas, se abren los laureles del paraíso.
Si no caminas, si no corres y si no vuelas, se abre la gran boca del infierno. Allí nada ni nadie podrá salvarte, porque esa enorme boca se alimenta de tus errores, de tus ambiciones y de tus expiaciones.
Esos héroes fugitivos que abren las cremalleras, para que el oriente se confunda con el occidente, para que los autobuses se transformen en aviones, para que los números te rotulen como un número, para que el sudor magnetice la brújula, para que las cruces retornen al puerto, y para que los engaños te devuelvan la moneda.
Es como recordar tus últimos días de existencia pagana. Esos días de desamparo, de suspenso y de inconciencia. Esos días en los que el corazón ya no responde, ya no pide explicaciones, y ya no simpatiza con la vida. Esos días de incertidumbre, de necesidades y de accidentes.
No le regales flores al muerto, regálale flores al muerto en vida. Ese amigo que no tiene amigos, porque todos se burlan de sus amigos. Ese amigo indiferente a los problemas, porque es el rey de los problemas. Ese amigo que escribe locuras, porque solo la locura lee sus palabras.
No lo insultes porque no comprende lo que dices, no lo denigres por ser distinto a los demás, no lo humilles por ser compasivo. Cuando le inyectas veneno, él envenenará a las serpientes. Cuando le inyectas agua salada, él ahogará sus promesas. Cuando le inyectas amor, él amará a su amor.
Es como recordar tus últimos días de existencia pagana. Esos días de desamparo, de suspenso y de inconciencia. Esos días en los que el corazón ya no responde, ya no pide explicaciones, y ya no simpatiza con la vida. Esos días de incertidumbre, de necesidades y de accidentes.
No le regales flores al muerto, regálale flores al muerto en vida. Ese amigo que no tiene amigos, porque todos se burlan de sus amigos. Ese amigo indiferente a los problemas, porque es el rey de los problemas. Ese amigo que escribe locuras, porque solo la locura lee sus palabras.
No lo insultes porque no comprende lo que dices, no lo denigres por ser distinto a los demás, no lo humilles por ser compasivo. Cuando le inyectas veneno, él envenenará a las serpientes. Cuando le inyectas agua salada, él ahogará sus promesas. Cuando le inyectas amor, él amará a su amor.
Llénalo de empatía, de abrazos y de alegrías. Tómale la mano, y ayúdalo a volver a creer en la vida. Muéstrale la sirena de la ambulancia, y enciende su solidaridad. Cómprale un billete de lotería, y empújalo hasta el precipicio.
Haz que se deprima, que se rinda y que se suicide. Si se porta bien, tráelo de vuelta a la vida. Si se porta mal, tráelo de vuelta a su vida. Pásale la lengua con devoción. Esmérate en satisfacer ese fruto carnal, que hoy necesita volver a brillar como la luz de un cirio.
No lo apures, no lo detengas, no lo ralentices. Él conoce el principio y el fin de su propio laberinto. No le restringas la entrada, no le pongas trampas, no le cambies la contraseña.
Un paso en falso y Asperger se queda sin apellido, sin respuestas y sin decencia.
Haz que se deprima, que se rinda y que se suicide. Si se porta bien, tráelo de vuelta a la vida. Si se porta mal, tráelo de vuelta a su vida. Pásale la lengua con devoción. Esmérate en satisfacer ese fruto carnal, que hoy necesita volver a brillar como la luz de un cirio.
No lo apures, no lo detengas, no lo ralentices. Él conoce el principio y el fin de su propio laberinto. No le restringas la entrada, no le pongas trampas, no le cambies la contraseña.
Un paso en falso y Asperger se queda sin apellido, sin respuestas y sin decencia.
No dejes que las sucias vasijas de barro, rompan la gratitud del sagrado apóstol. Cuídalo de los impostores, de los rebaños, y de las nodrizas. Si te pide alimento, llévalo al huerto. Si te pide auxilio, llévalo al parque. Si te pide alivio, llévalo a su laberinto.
Su laberinto es su paz. Él allí nunca se pierde. Por el contrario, se reencuentra consigo mismo. La gente común y corriente disfruta la calle, la fiesta y el cine. Él disfruta la oscuridad de su iluminado laberinto.
Nosotros somos tan ingenuos como egocéntricos. Tan capaces como incapaces. Tan humanos como inhumanos. Somos lo que hacen con nosotros. Si nos dan estabilidad, seremos estables. Si nos dan inestabilidad, intentaremos ser estables. Si nos dan estabilidad e inestabilidad, seremos inestables.
Su laberinto es su paz. Él allí nunca se pierde. Por el contrario, se reencuentra consigo mismo. La gente común y corriente disfruta la calle, la fiesta y el cine. Él disfruta la oscuridad de su iluminado laberinto.
Nosotros somos tan ingenuos como egocéntricos. Tan capaces como incapaces. Tan humanos como inhumanos. Somos lo que hacen con nosotros. Si nos dan estabilidad, seremos estables. Si nos dan inestabilidad, intentaremos ser estables. Si nos dan estabilidad e inestabilidad, seremos inestables.
Aprenderemos la página del libro que debemos aprender, y siempre sabremos dónde habita el plexo solar. No hay éxtasis de superioridad, ni martirio de inferioridad. Apreciamos las lecciones de la vida, pero buscamos soluciones en nuestra propia vida.
Podemos ser científicos o conejillos de indias. Podemos ser policías o ladrones. Podemos sacar un cuchillo o una manzana. Podemos ser el juego o los jugadores. Podemos ser el viacrucis o la resurrección.
No nos murmures por la espalda, no nos pierdas de vista, no nos llames anormales. No hagas que llamemos a la Nona, para que te infunda una lección de tolerancia, de respeto y de confraternidad. No hagas que el valiente Correcaminos, se comporte como el cobarde Coyote. No hagas que los locos de perinola, te devuelvan el elogio de la ofensa.
Te ofenden en la perífrasis, en el aeropuerto, en el taxi, en la posada y hasta en la Iglesia. A todos les dieron la paz, excepto a mí. A todos les estrecharon las manos, excepto a mí. A todos les dieron un abrazo, excepto a mí.
¿Será que Asperger es omnipresente? Me preguntaba con tristeza al final de la misa, mientras todos se quedaron sentados en sus cálidos asientos, porque el aguacero con sus truenos, relámpagos y centellas, no permitía que los cristianos salieran de la catedral, sin mojarse un ápice del cabello fashion.
¿Sabes quién se fue en medio de la tormenta? Un poco de lluvia bajo el anochecer, es suficiente remedio para un corazón roto. No me importaba resbalarme, resfriarme o revelarme. Yo solo quería caminar, correr y volar, hasta que alguien me devolviera mi inocencia perdida.
¿Será que Asperger es omnipresente? Me preguntaba con tristeza al final de la misa, mientras todos se quedaron sentados en sus cálidos asientos, porque el aguacero con sus truenos, relámpagos y centellas, no permitía que los cristianos salieran de la catedral, sin mojarse un ápice del cabello fashion.
¿Sabes quién se fue en medio de la tormenta? Un poco de lluvia bajo el anochecer, es suficiente remedio para un corazón roto. No me importaba resbalarme, resfriarme o revelarme. Yo solo quería caminar, correr y volar, hasta que alguien me devolviera mi inocencia perdida.
Una inocencia que acorralaban con luces intermitentes, con ráfagas de humo y con persecuciones a destiempo. A veces las verdades entran y salen por el oído. Es como quedarse hechizado observando la luz de la vela, mientras el significado de los recuerdos, de las vivencias y de las torpezas, va entrando poco a poco por el vestigio del oído.
Es un gran momento de la vida, que suena tan impredecible como inigualable e imprescindible.
De pronto, armas todas las piezas del rompecabezas, suspirando la traición en absoluto silencio, y respirando con la soga hasta el cuello. La búsqueda de la salvación obliga a descongelar las moscas, a madrugar con malabares, a comer las hamburguesas, a rayar los rayones, y a experimentar todo lo inexplicable.
Es un gran momento de la vida, que suena tan impredecible como inigualable e imprescindible.
De pronto, armas todas las piezas del rompecabezas, suspirando la traición en absoluto silencio, y respirando con la soga hasta el cuello. La búsqueda de la salvación obliga a descongelar las moscas, a madrugar con malabares, a comer las hamburguesas, a rayar los rayones, y a experimentar todo lo inexplicable.
¿Cuál es el precio de mi calvario? Me vendieron, me difamaron y me quemaron. ¿Por qué todo pasa tan rápido? ¿Por qué nada ni nadie se detiene? ¿Qué saben ellos que yo no sé? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Es un pecado expresarme? ¿Por qué es imposible ser feliz? ¿Por qué nada tiene sentido? ¿Por qué me duele tanto vivir? ¿Soy la reencarnación de un miserable? ¿Por qué no puedo simplemente Ser? ¿Quién podrá salvarme? ¿Cuánto tiempo más podré soportarme? ¿Quién soy yo?
Así van pasando los días de un solitario enfermo, que ningún psiquiatra quiere curar en la vida.
Yo curaría al psiquiatra, si volviera a vivir conmigo. Por tonto te alejé, te herí y te perdí. No dejes que la maravilla se convierta en costumbre, no dejes de admirar el trinar de los pájaros, y no dejes que la suerte rompa el salero. Si ya no puedes sentirte vivo, entonces rómpete una pierna. Pero no consigas júbilo en la desgracia ajena. No construyas preocupaciones por capricho de ignorancia. No mires el sol que no te pertenece.
Así van pasando los días de un solitario enfermo, que ningún psiquiatra quiere curar en la vida.
Yo curaría al psiquiatra, si volviera a vivir conmigo. Por tonto te alejé, te herí y te perdí. No dejes que la maravilla se convierta en costumbre, no dejes de admirar el trinar de los pájaros, y no dejes que la suerte rompa el salero. Si ya no puedes sentirte vivo, entonces rómpete una pierna. Pero no consigas júbilo en la desgracia ajena. No construyas preocupaciones por capricho de ignorancia. No mires el sol que no te pertenece.
Por ti, dije todo lo que no tenía que decir, hice todo lo que no tenía que hacer, y forjé todo lo que no tenía forjar.
¿Cómo hago para que lo entiendas? No estamos ensayando la vida, pues la estamos viviendo al máximo. A cada instante lidiamos con la realidad, decidimos nuestra realidad, y emprendemos esa realidad.
Los ascensores suben pero también bajan, las marionetas divierten pero también asustan, las experiencias te enseñan pero también te estancan.
Todo depende de la salud del laberinto. Si lo inundan, puede agobiarse. Si lo invaden, puede sofocarse. Si lo destruyen, puede enojarse.
Me enojaron con tanta violencia, y pagaron justos por pecadores. Yo quería que otros sufrieran, la misma injusticia que yo estaba sufriendo. Se me hizo muy fácil cobrar venganza, y finalmente la venganza se vengó de mí.
Como se dice coloquialmente, me dio por donde más me duele. Tocó al intocable, y tuve que arrodillarme hasta morir en vida. Yo soy basura, y no me importa que se dediquen a basurear mi nombre hasta la muerte. Pero arriesgar al gran amor de mi vida, fue el peor error de toda mi vida.
Me duele demasiado reconocerlo, y no me alcanzará la vida para pedirte perdón. Tú no lo sabes, y de mi boca jamás saldrá la verdad, pero quiero que sepas que por ti muero feliz y sin arrepentimiento.
¿Cómo hago para que lo entiendas? No estamos ensayando la vida, pues la estamos viviendo al máximo. A cada instante lidiamos con la realidad, decidimos nuestra realidad, y emprendemos esa realidad.
Los ascensores suben pero también bajan, las marionetas divierten pero también asustan, las experiencias te enseñan pero también te estancan.
Todo depende de la salud del laberinto. Si lo inundan, puede agobiarse. Si lo invaden, puede sofocarse. Si lo destruyen, puede enojarse.
Me enojaron con tanta violencia, y pagaron justos por pecadores. Yo quería que otros sufrieran, la misma injusticia que yo estaba sufriendo. Se me hizo muy fácil cobrar venganza, y finalmente la venganza se vengó de mí.
Como se dice coloquialmente, me dio por donde más me duele. Tocó al intocable, y tuve que arrodillarme hasta morir en vida. Yo soy basura, y no me importa que se dediquen a basurear mi nombre hasta la muerte. Pero arriesgar al gran amor de mi vida, fue el peor error de toda mi vida.
Me duele demasiado reconocerlo, y no me alcanzará la vida para pedirte perdón. Tú no lo sabes, y de mi boca jamás saldrá la verdad, pero quiero que sepas que por ti muero feliz y sin arrepentimiento.
Por ti, estoy sembrando cirios en cada una de mis neuronas. Estoy matando la herejía de ser nuevamente un hereje. Estoy prestándole atención a la soledad. Estoy compartiendo el pan con las palomas. Estoy eyaculando con los ojos abiertos. Estoy leyendo la Biblia. Estoy inspirándome.
Iluminándome por dentro. Superando mis derrotas. Cabalgándome con entereza. Sin mirar atrás y sin mirar adelante. Tan solo viviendo.
Gracias por devolverme la paz, gracias por devolverme el amor, y gracias por devolverme la fe.
Te amo porque llenaste mi corazón, con la sangre de tu corazón. Esa hostia nos unió, nos une y nos unirá eternamente. Un solo cuerpo, un solo pecado, un solo perdón.
Por ti, hoy cargo una nueva cruz que me castigará por siempre. Una nueva cicatriz que debo enmascarar con falsas sonrisas. Un nuevo dolor en lo más profundo del alma.
Antes de presionar el gatillo, por última vez me pregunté ¿Por qué no pude aprender a caminar? ¿Por qué no pude aprender a correr? ¿Por qué no pude aprender a volar?
Si vienes no te voy a recibir.
¡Asperger!
.......................................................................
ekologia.com.ve
[email protected]
carlosrupertofermin.wordpress.com
Iluminándome por dentro. Superando mis derrotas. Cabalgándome con entereza. Sin mirar atrás y sin mirar adelante. Tan solo viviendo.
Gracias por devolverme la paz, gracias por devolverme el amor, y gracias por devolverme la fe.
Te amo porque llenaste mi corazón, con la sangre de tu corazón. Esa hostia nos unió, nos une y nos unirá eternamente. Un solo cuerpo, un solo pecado, un solo perdón.
Por ti, hoy cargo una nueva cruz que me castigará por siempre. Una nueva cicatriz que debo enmascarar con falsas sonrisas. Un nuevo dolor en lo más profundo del alma.
Antes de presionar el gatillo, por última vez me pregunté ¿Por qué no pude aprender a caminar? ¿Por qué no pude aprender a correr? ¿Por qué no pude aprender a volar?
Si vienes no te voy a recibir.
¡Asperger!
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