ESTOY MUERTO PERO SIGO ATRAPADO EN EL TIEMPO
(EXPLICACIÓN DE FENÓMENO PARANORMAL)
Por Carlos Ruperto Fermín
Hoy quiero explicar una experiencia personal totalmente verídica, que me tocó inesperadamente vivir en el mes de marzo del año 2018, y que me sorprendió de una forma tan descomunal, que siento la necesidad de compartir la historia con los lectores.
Lamento tener que revelar el suceso que me ocurrió, pero siento que ese señor merece que yo cuente lo que pasó ese día, y quizás la experiencia nos ayude a comprender lo desconocido, para jamás convertir nuestras verdades relativas en una absoluta verdad.
No importa si eres crédulo o incrédulo. Considero que usted es libre de creerme o no creerme, por eso seré sincero y narraré el acontecimiento.
Con el deseo de transformarme en el nuevo hijo pródigo, regresé a vivir temporalmente con mi familia en el estado Zulia (Venezuela). Quería enmendar los errores del pasado, aclarar las cosas que necesitaban aclararse, compartir abrazos de amor con todos mis seres queridos, y lo más importante, abandonar definitivamente el legendario nido pero con un espíritu de alegría, y no con el espíritu de tristeza que me obligó a huir con rabia de mi hogar.
Después de llegar a mi casa zuliana, y reencontrarme con mi querida familia, obviamente fui a descansar en la cama de mi bonito cuarto, para que el cuerpo y la mente se relajaran del viaje, y para controlar las emociones llenas de lágrimas.
Luego de dormir por primera vez en mi hogar, empecé a tener visiones frecuentes dentro de los sueños.
Observaba claramente la imagen del señor Noel, quien se encontraba muy cerca del balcón del segundo piso de su casa, vestido con su elegante pantalón y con su camisa manga corta, para abrir su tienda de sastrería que se encontraba en el primer piso de su vivienda.
Según lo que yo sentía dentro del sueño, el señor Noel ya estaba listo para abrir su tienda, simplemente estaba esperando que el reloj marcara las ocho en punto de la mañana, para bajar la escalera y empezar su rutinaria actividad comercial.
El señor Noel era uno de los poquísimos hombres que gozaba de mi respeto y de mi admiración, pues intentó luchar en la vida con sus pies limpios. Entre las canas y las arrugas, que revelaban los más de setenta años cargando en su espalda, yo lo consideraba un verdadero caballero romano.
Ese señor de procedencia extranjera, hizo su vida dentro del territorio zuliano, siempre fue un hombre muy amigable con mis padres, debido a que su casa estaba muy cerca de la nuestra, por lo cual se hizo costumbre la empatía entre ambas familias.
Pasaron cinco días desde mi llegada al Zulia, y yo soñaba con la misma imagen del señor Noel parado en el balcón de su casa, esperando que el reloj marcara las ocho en punto de la mañana, para abrir su tienda y cumplir con la diaria jornada laboral.
Durante mis tres años alejado del estado Zulia, jamás recordé al señor Noel, pues aunque sentía admiración por su caballerosidad, su lazo de amistad fue realmente con mis padres, y quizás por la abismal diferencia de edad nunca me relacioné con Noel.
Tampoco había visto a Noel tras regresar al Zulia, por lo que no se justificaba tenerlo tan presente en mis pensamientos, y yo pensé que era una absurda confusión dentro de mi cerebro, que se reflejaba en los sueños mientras dormía por la noche.
Hay un detalle a resaltar que me sorprendía en ese sueño. Aunque el señor Noel estaba parado muy cerca del balcón de su casa, yo sentía su presencia como borrosa y grisácea. Es cierto que la escena ocurría normalmente a color, pero la apariencia del señor Noel se percibía en un tono opaco y apagado.
Pese a que yo podía “sentir” su peso corporal, refiriéndome a que el señor Noel estaba bien parado en el suelo, y no estaba flotando ni tenía una postura rara que me inquietara o me atemorizara, también debo reconocer que él estaba como aletargado, hipnotizado, y simplemente estaba parado sin hacer ningún movimiento, pero yo sentía que él deseaba que lo mirara fijamente a los ojos, fue como una sensación extrasensorial que me invitaba a buscar su mirada y a observar sus ojos.
La verdad, yo no quería mirarlo fijamente a los ojos, pero esa confusa petición se repetía en mi sueño. Mientras yo miraba a simple vista al señor Noel en el balcón, también veía como sus familiares pasaban alrededor de él, lo cual siempre ocurría en la vida cotidiana. Lamentablemente, sus familiares eran muy apáticos con el señor Noel, y no me sorprendía la indiferencia de sus supuestos seres queridos.
Yo veía en la escena del sueño, como sus familiares pasaban por el pasillo y caminaban muy cerca del balcón. Todos iban y venían, pero nadie miraba a Noel y nadie hablaba con él. Era como si ese señor no estaba parado en ese lugar, y daba la impresión de que el único que lo estaba viendo era yo.
Esa situación realmente me parecía muy extraña. Sin embargo, la curiosa escena comenzaba y terminaba en el mismo sueño, que no duraba más de un minuto, y que no recordaba al despertar y levantarme de la cama.
Pero después de soñar con la misma escena durante una semana, decidí enfrentar voluntariamente al señor Noel dentro del sueño. Otra vez lo observé parado cerca del balcón, él me miraba, y sus familiares lo ignoraban. En ese preciso momento, no quise despertar del sueño, pues yo sentía que estaba soñando despierto y era consciente de la situación, por lo que decidí mirar fijamente los ojos del señor Noel, pero justo en el instante que yo me atreví a ver sus ojos, el señor Noel se transformó en una poderosa luz succionada por el Universo.
Todo ocurrió con muchísima intensidad y rapidez. Cuando intenté ver los ojos del señor Noel, él se transformó de forma instantánea en una luz, y empecé a observar en las imágenes mentales de mi sueño, un vertiginoso viaje a través del tiempo y del espacio del Universo. Ese viaje sideral duró casi un minuto dentro de mi mente, y yo no podía cambiar nada de la escena. Fue increíble. Todas las luces, toda la velocidad, era como si recorría miles de galaxias, como un electrizante viaje a través de una máquina del tiempo, y yo no sabía cuándo terminaría esa locura dentro de mi cabeza.
Mientras estoy escribiendo el relato, puedo recordar con claridad la escena, y me sigue pareciendo una experiencia sobrenatural. Después de ver al señor Noel parado en la tranquilidad del balcón, yo me arriesgué a mirar sus ojos, pues sentía que él me lo estaba pidiendo, y cuando estaba muy cerca de alcanzar su mirada, el señor Noel se convirtió en una avasallante luz, y dentro de mi mente se visualizó su viaje hacia rumbo incierto, con una dosis inimaginable de adrenalina que me desgastó muchísimo mentalmente, y recuerdo que cuando abrí los ojos y desperté de esa inexplicable locura, el reloj marcaba las siete y media de la mañana.
Cuando desperté del sueño, no entendía nada de lo acontecido, porque estaba recuperando el control de mi mente y de mi cuerpo. Yo estaba seguro que el señor Noel ya no se encontraba dentro del planeta Tierra, fue una absoluta certeza, aunque tampoco podía asegurar en qué parte del Universo se encontraba, pues cuando desperté del sueño, el viaje del señor Noel no había concluido, yo sé que siguió viajando, pero desconozco si el viaje se detuvo, y no sé en qué lugar podría haberse detenido.
Recuerdo que me reproché haberlo mirado a los ojos, pues por culpa de ese atrevimiento, tuve que sentir la tempestad de ese explosivo viaje, pero también sabía que necesitaba aclarar con urgencia toda esa situación.
Después de levantarme de la cama y empezar el día saludando a mi familia, aproveché el momento del desayuno para hablar con mi papá, y le pregunté: ¿Qué noticias tienes del señor Noel? ¿Sabes cómo está su salud? ¿Sigue trabajando en su tienda?
Mi papá me informó que el señor Noel, había muerto el año pasado. Toda mi familia fue a su funeral, y lo enterraron en un cementerio del estado Zulia. No me informaron la noticia, pues como dije anteriormente, yo no fui amigo de ese señor, simplemente sentía admiración por él, y siempre fue un sentimiento que mantuve en secreto.
¡WOW! Mi papá me reveló que el señor Noel murió en marzo del 2017, específicamente a las siete y media de la mañana. Todos mis sueños ocurrieron en marzo del año 2018, y cuando desperté del explosivo último sueño, el reloj marcaba las siete y media de la mañana.
Yo desconocía que Noel estaba muerto. Durante mis sueños, yo pensaba que Noel seguía vivo, por lo que la noticia fue emocionalmente muy inquietante para mi vida, y decidí no comentar los sueños que experimenté, ni con mi familia ni con la familia de Noel, pues ya todos lo consideraban plenamente muerto, era un recuerdo, se había pasado la página, y yo no quería revivir una historia supuestamente concluida.
La situación que viví me hace pensar, que el señor Noel no estaba descansando en santa paz, se había quedado preso en su propia casa, y aunque resulte osado decirlo, yo logré que el señor Noel cruzara el umbral de la vida en la Tierra, y finalmente abandonó el hogar que con tanto sacrificio construyó.
Después de saber que Noel estaba muerto, tengo ganas de expresar todos los sentimientos que me embargan, con el deseo de encontrar una explicación a lo sucedido, y buscando un poco de justicia luego de su lamentable muerte.
El señor Noel era muy maltratado psicológicamente por su familia, aunque esa violencia siempre pasaba desapercibida. Tengo entendido que murió por causas naturales, pero dos años antes de su muerte, Noel le reveló a mi papá que su hijo mayor lo estaba envenenando, pero le pidió que mantuviera esa confesión en secreto. Es importante aclarar, que Noel fue un hombre serio y murió con total lucidez mental, por lo que dudo que haya sido una calumnia para perjudicar a su hijo.
El hijo menor de Noel, disfrutaba enojarse por capricho para gritarle a su papá. Tenía más de treinta años cuando murió Noel, pero no respetaba que su padre era un anciano, y lo humillaba con sus escandalosos gritos de insensatez. Mantenía una constante violencia verbal en contra de Noel, sin importarle que su papá lo rescató de la cárcel, y que su papá había perdonado sus vicios mundanos.
Sus hijos no lo respetaban, sus nueras lo ignoraban, y sus nietas tampoco lo amaban. Todos esperaban con disimulo la rentable muerte de Noel, para definitivamente conseguir el control de su casa, de su tienda, de su plata, y de sus bienes materiales. Lo usaron, y él murió sabiendo que lo habían usado, siendo quizás el motivo por el cual no descansaba en paz, y seguía atrapado en su casa como víctima de las circunstancias.
Basándome en la veracidad de mis sueños, y sabiendo que Noel era un fiel devoto cristiano, puedo asegurar que Noel no se encuentra en el gran cielo bíblico que todos imaginamos. Lamento decirlo, pero es la verdad. Si realmente yo tuve la misión de ayudarlo a cruzar el umbral de la vida, puedo asegurar que Noel se encuentra en un lugar desconocido del Universo, y durante mi sueño no sentí ninguna emoción relacionada ni con el paraíso, ni con Dios, ni con el cristianismo. Además, yo sentí que durante su viaje no ascendió ni descendió, simplemente Noel viajó de manera lineal por clandestinos lugares del Universo.
La ausencia de figuraciones cristianas durante el viaje sideral de Noel, me hace pensar que un funeral, que un entierro, que un ataúd y que una misa, no te garantiza que vas a terminar viviendo en el cielo, aunque anhelaras ese destino después de la muerte.
Es probable que como sus familiares no rezaron con el corazón, y solo cumplieron con el frío protocolo social de anunciar su muerte, pagar el funeral y enterrarlo en el cementerio, quizás las falsas plegarias de sus familiares, no ayudaron a que Noel llegara al cielo, y por eso después de morir, él se quedó atrapado dentro de su casa, y ahora debe conformarse con ser una luz, divagando en la inmensidad del Universo.
Yo estoy analizando la situación, desde la subjetividad de mis sueños. Yo no sabía que Noel estaba muerto, y toda la experiencia sobrenatural fue totalmente verídica.
Después de lograr que abandonara su casa en la Tierra, nunca más soñé con Noel, por lo que siento que cumplí con mi deber, y me alegra saber que ya no está parado en el balcón, aunque también me intriga no saber dónde terminó su viaje.
Nunca revelé lo sucedido hasta el día de hoy. Yo necesitaba contar lo que viví, para intentar hallar una explicación racional. Creo que las personas que lean mis palabras, también pueden reflexionar al respecto, porque yo no quería vivir la mencionada situación, simplemente ocurrió y tuve que enfrentarla.
Quiero aclarar que cuando intenté mirar los ojos de Noel, sus ojos no tenían brillo, fue imposible mirarlo fijamente, solo pude intentar mirar esos ojos. En ese rápido y misterioso momento, Noel se transformó en una luz, y yo empecé a visualizar que él estaba viajando por el acelerado Universo.
Quizás el brillo de los ojos demuestra la vida en su completa dimensión, que implica el pleno funcionamiento de nuestro organismo, y es probable que seamos polvo de estrellas, pues sentí que la luz es lo que energiza y mantiene vivo a los hombres. Sin esa luz puedes yacer en una dimensión de la vida, pero no puedes vivir la vida en su totalidad dimensional.
También opino que hay muchísimas personas fallecidas, que actualmente se encuentran retenidas en la Tierra como le ocurrió a Noel, porque no han podido cruzar el umbral de la vida para descansar en paz. No quiero decir que son los típicos fantasmas de las películas hollywoodenses que se invocan con el tablero Ouija, pero sin importar la ficción que consumimos por el morbo de la sociedad, tuve la impresión de que es realmente posible comunicarse con algunas personas fallecidas, más allá de lo que la religión establezca en sus libros, y más allá de lo que la ciencia pueda comprobar.
Ojalá que Noel ya se encuentre descansando en paz. Merece que su corazón viva en la eternidad del Cosmos, pues fue un gran hombre que se mantuvo firme en el balancín de la vida. Quizás su muerte simbolizó el motivo de mi regreso al estado Zulia, para poder soñarlo y liberarlo del violento planeta Tierra.
Ahora es tiempo de abandonar mi hogar en el estado Zulia, porque si continúo viviendo en la casa de la violencia, terminaré siendo otro espíritu atrapado en el balcón de una casa.
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Lamento tener que revelar el suceso que me ocurrió, pero siento que ese señor merece que yo cuente lo que pasó ese día, y quizás la experiencia nos ayude a comprender lo desconocido, para jamás convertir nuestras verdades relativas en una absoluta verdad.
No importa si eres crédulo o incrédulo. Considero que usted es libre de creerme o no creerme, por eso seré sincero y narraré el acontecimiento.
Con el deseo de transformarme en el nuevo hijo pródigo, regresé a vivir temporalmente con mi familia en el estado Zulia (Venezuela). Quería enmendar los errores del pasado, aclarar las cosas que necesitaban aclararse, compartir abrazos de amor con todos mis seres queridos, y lo más importante, abandonar definitivamente el legendario nido pero con un espíritu de alegría, y no con el espíritu de tristeza que me obligó a huir con rabia de mi hogar.
Después de llegar a mi casa zuliana, y reencontrarme con mi querida familia, obviamente fui a descansar en la cama de mi bonito cuarto, para que el cuerpo y la mente se relajaran del viaje, y para controlar las emociones llenas de lágrimas.
Luego de dormir por primera vez en mi hogar, empecé a tener visiones frecuentes dentro de los sueños.
Observaba claramente la imagen del señor Noel, quien se encontraba muy cerca del balcón del segundo piso de su casa, vestido con su elegante pantalón y con su camisa manga corta, para abrir su tienda de sastrería que se encontraba en el primer piso de su vivienda.
Según lo que yo sentía dentro del sueño, el señor Noel ya estaba listo para abrir su tienda, simplemente estaba esperando que el reloj marcara las ocho en punto de la mañana, para bajar la escalera y empezar su rutinaria actividad comercial.
El señor Noel era uno de los poquísimos hombres que gozaba de mi respeto y de mi admiración, pues intentó luchar en la vida con sus pies limpios. Entre las canas y las arrugas, que revelaban los más de setenta años cargando en su espalda, yo lo consideraba un verdadero caballero romano.
Ese señor de procedencia extranjera, hizo su vida dentro del territorio zuliano, siempre fue un hombre muy amigable con mis padres, debido a que su casa estaba muy cerca de la nuestra, por lo cual se hizo costumbre la empatía entre ambas familias.
Pasaron cinco días desde mi llegada al Zulia, y yo soñaba con la misma imagen del señor Noel parado en el balcón de su casa, esperando que el reloj marcara las ocho en punto de la mañana, para abrir su tienda y cumplir con la diaria jornada laboral.
Durante mis tres años alejado del estado Zulia, jamás recordé al señor Noel, pues aunque sentía admiración por su caballerosidad, su lazo de amistad fue realmente con mis padres, y quizás por la abismal diferencia de edad nunca me relacioné con Noel.
Tampoco había visto a Noel tras regresar al Zulia, por lo que no se justificaba tenerlo tan presente en mis pensamientos, y yo pensé que era una absurda confusión dentro de mi cerebro, que se reflejaba en los sueños mientras dormía por la noche.
Hay un detalle a resaltar que me sorprendía en ese sueño. Aunque el señor Noel estaba parado muy cerca del balcón de su casa, yo sentía su presencia como borrosa y grisácea. Es cierto que la escena ocurría normalmente a color, pero la apariencia del señor Noel se percibía en un tono opaco y apagado.
Pese a que yo podía “sentir” su peso corporal, refiriéndome a que el señor Noel estaba bien parado en el suelo, y no estaba flotando ni tenía una postura rara que me inquietara o me atemorizara, también debo reconocer que él estaba como aletargado, hipnotizado, y simplemente estaba parado sin hacer ningún movimiento, pero yo sentía que él deseaba que lo mirara fijamente a los ojos, fue como una sensación extrasensorial que me invitaba a buscar su mirada y a observar sus ojos.
La verdad, yo no quería mirarlo fijamente a los ojos, pero esa confusa petición se repetía en mi sueño. Mientras yo miraba a simple vista al señor Noel en el balcón, también veía como sus familiares pasaban alrededor de él, lo cual siempre ocurría en la vida cotidiana. Lamentablemente, sus familiares eran muy apáticos con el señor Noel, y no me sorprendía la indiferencia de sus supuestos seres queridos.
Yo veía en la escena del sueño, como sus familiares pasaban por el pasillo y caminaban muy cerca del balcón. Todos iban y venían, pero nadie miraba a Noel y nadie hablaba con él. Era como si ese señor no estaba parado en ese lugar, y daba la impresión de que el único que lo estaba viendo era yo.
Esa situación realmente me parecía muy extraña. Sin embargo, la curiosa escena comenzaba y terminaba en el mismo sueño, que no duraba más de un minuto, y que no recordaba al despertar y levantarme de la cama.
Pero después de soñar con la misma escena durante una semana, decidí enfrentar voluntariamente al señor Noel dentro del sueño. Otra vez lo observé parado cerca del balcón, él me miraba, y sus familiares lo ignoraban. En ese preciso momento, no quise despertar del sueño, pues yo sentía que estaba soñando despierto y era consciente de la situación, por lo que decidí mirar fijamente los ojos del señor Noel, pero justo en el instante que yo me atreví a ver sus ojos, el señor Noel se transformó en una poderosa luz succionada por el Universo.
Todo ocurrió con muchísima intensidad y rapidez. Cuando intenté ver los ojos del señor Noel, él se transformó de forma instantánea en una luz, y empecé a observar en las imágenes mentales de mi sueño, un vertiginoso viaje a través del tiempo y del espacio del Universo. Ese viaje sideral duró casi un minuto dentro de mi mente, y yo no podía cambiar nada de la escena. Fue increíble. Todas las luces, toda la velocidad, era como si recorría miles de galaxias, como un electrizante viaje a través de una máquina del tiempo, y yo no sabía cuándo terminaría esa locura dentro de mi cabeza.
Mientras estoy escribiendo el relato, puedo recordar con claridad la escena, y me sigue pareciendo una experiencia sobrenatural. Después de ver al señor Noel parado en la tranquilidad del balcón, yo me arriesgué a mirar sus ojos, pues sentía que él me lo estaba pidiendo, y cuando estaba muy cerca de alcanzar su mirada, el señor Noel se convirtió en una avasallante luz, y dentro de mi mente se visualizó su viaje hacia rumbo incierto, con una dosis inimaginable de adrenalina que me desgastó muchísimo mentalmente, y recuerdo que cuando abrí los ojos y desperté de esa inexplicable locura, el reloj marcaba las siete y media de la mañana.
Cuando desperté del sueño, no entendía nada de lo acontecido, porque estaba recuperando el control de mi mente y de mi cuerpo. Yo estaba seguro que el señor Noel ya no se encontraba dentro del planeta Tierra, fue una absoluta certeza, aunque tampoco podía asegurar en qué parte del Universo se encontraba, pues cuando desperté del sueño, el viaje del señor Noel no había concluido, yo sé que siguió viajando, pero desconozco si el viaje se detuvo, y no sé en qué lugar podría haberse detenido.
Recuerdo que me reproché haberlo mirado a los ojos, pues por culpa de ese atrevimiento, tuve que sentir la tempestad de ese explosivo viaje, pero también sabía que necesitaba aclarar con urgencia toda esa situación.
Después de levantarme de la cama y empezar el día saludando a mi familia, aproveché el momento del desayuno para hablar con mi papá, y le pregunté: ¿Qué noticias tienes del señor Noel? ¿Sabes cómo está su salud? ¿Sigue trabajando en su tienda?
Mi papá me informó que el señor Noel, había muerto el año pasado. Toda mi familia fue a su funeral, y lo enterraron en un cementerio del estado Zulia. No me informaron la noticia, pues como dije anteriormente, yo no fui amigo de ese señor, simplemente sentía admiración por él, y siempre fue un sentimiento que mantuve en secreto.
¡WOW! Mi papá me reveló que el señor Noel murió en marzo del 2017, específicamente a las siete y media de la mañana. Todos mis sueños ocurrieron en marzo del año 2018, y cuando desperté del explosivo último sueño, el reloj marcaba las siete y media de la mañana.
Yo desconocía que Noel estaba muerto. Durante mis sueños, yo pensaba que Noel seguía vivo, por lo que la noticia fue emocionalmente muy inquietante para mi vida, y decidí no comentar los sueños que experimenté, ni con mi familia ni con la familia de Noel, pues ya todos lo consideraban plenamente muerto, era un recuerdo, se había pasado la página, y yo no quería revivir una historia supuestamente concluida.
La situación que viví me hace pensar, que el señor Noel no estaba descansando en santa paz, se había quedado preso en su propia casa, y aunque resulte osado decirlo, yo logré que el señor Noel cruzara el umbral de la vida en la Tierra, y finalmente abandonó el hogar que con tanto sacrificio construyó.
Después de saber que Noel estaba muerto, tengo ganas de expresar todos los sentimientos que me embargan, con el deseo de encontrar una explicación a lo sucedido, y buscando un poco de justicia luego de su lamentable muerte.
El señor Noel era muy maltratado psicológicamente por su familia, aunque esa violencia siempre pasaba desapercibida. Tengo entendido que murió por causas naturales, pero dos años antes de su muerte, Noel le reveló a mi papá que su hijo mayor lo estaba envenenando, pero le pidió que mantuviera esa confesión en secreto. Es importante aclarar, que Noel fue un hombre serio y murió con total lucidez mental, por lo que dudo que haya sido una calumnia para perjudicar a su hijo.
El hijo menor de Noel, disfrutaba enojarse por capricho para gritarle a su papá. Tenía más de treinta años cuando murió Noel, pero no respetaba que su padre era un anciano, y lo humillaba con sus escandalosos gritos de insensatez. Mantenía una constante violencia verbal en contra de Noel, sin importarle que su papá lo rescató de la cárcel, y que su papá había perdonado sus vicios mundanos.
Sus hijos no lo respetaban, sus nueras lo ignoraban, y sus nietas tampoco lo amaban. Todos esperaban con disimulo la rentable muerte de Noel, para definitivamente conseguir el control de su casa, de su tienda, de su plata, y de sus bienes materiales. Lo usaron, y él murió sabiendo que lo habían usado, siendo quizás el motivo por el cual no descansaba en paz, y seguía atrapado en su casa como víctima de las circunstancias.
Basándome en la veracidad de mis sueños, y sabiendo que Noel era un fiel devoto cristiano, puedo asegurar que Noel no se encuentra en el gran cielo bíblico que todos imaginamos. Lamento decirlo, pero es la verdad. Si realmente yo tuve la misión de ayudarlo a cruzar el umbral de la vida, puedo asegurar que Noel se encuentra en un lugar desconocido del Universo, y durante mi sueño no sentí ninguna emoción relacionada ni con el paraíso, ni con Dios, ni con el cristianismo. Además, yo sentí que durante su viaje no ascendió ni descendió, simplemente Noel viajó de manera lineal por clandestinos lugares del Universo.
La ausencia de figuraciones cristianas durante el viaje sideral de Noel, me hace pensar que un funeral, que un entierro, que un ataúd y que una misa, no te garantiza que vas a terminar viviendo en el cielo, aunque anhelaras ese destino después de la muerte.
Es probable que como sus familiares no rezaron con el corazón, y solo cumplieron con el frío protocolo social de anunciar su muerte, pagar el funeral y enterrarlo en el cementerio, quizás las falsas plegarias de sus familiares, no ayudaron a que Noel llegara al cielo, y por eso después de morir, él se quedó atrapado dentro de su casa, y ahora debe conformarse con ser una luz, divagando en la inmensidad del Universo.
Yo estoy analizando la situación, desde la subjetividad de mis sueños. Yo no sabía que Noel estaba muerto, y toda la experiencia sobrenatural fue totalmente verídica.
Después de lograr que abandonara su casa en la Tierra, nunca más soñé con Noel, por lo que siento que cumplí con mi deber, y me alegra saber que ya no está parado en el balcón, aunque también me intriga no saber dónde terminó su viaje.
Nunca revelé lo sucedido hasta el día de hoy. Yo necesitaba contar lo que viví, para intentar hallar una explicación racional. Creo que las personas que lean mis palabras, también pueden reflexionar al respecto, porque yo no quería vivir la mencionada situación, simplemente ocurrió y tuve que enfrentarla.
Quiero aclarar que cuando intenté mirar los ojos de Noel, sus ojos no tenían brillo, fue imposible mirarlo fijamente, solo pude intentar mirar esos ojos. En ese rápido y misterioso momento, Noel se transformó en una luz, y yo empecé a visualizar que él estaba viajando por el acelerado Universo.
Quizás el brillo de los ojos demuestra la vida en su completa dimensión, que implica el pleno funcionamiento de nuestro organismo, y es probable que seamos polvo de estrellas, pues sentí que la luz es lo que energiza y mantiene vivo a los hombres. Sin esa luz puedes yacer en una dimensión de la vida, pero no puedes vivir la vida en su totalidad dimensional.
También opino que hay muchísimas personas fallecidas, que actualmente se encuentran retenidas en la Tierra como le ocurrió a Noel, porque no han podido cruzar el umbral de la vida para descansar en paz. No quiero decir que son los típicos fantasmas de las películas hollywoodenses que se invocan con el tablero Ouija, pero sin importar la ficción que consumimos por el morbo de la sociedad, tuve la impresión de que es realmente posible comunicarse con algunas personas fallecidas, más allá de lo que la religión establezca en sus libros, y más allá de lo que la ciencia pueda comprobar.
Ojalá que Noel ya se encuentre descansando en paz. Merece que su corazón viva en la eternidad del Cosmos, pues fue un gran hombre que se mantuvo firme en el balancín de la vida. Quizás su muerte simbolizó el motivo de mi regreso al estado Zulia, para poder soñarlo y liberarlo del violento planeta Tierra.
Ahora es tiempo de abandonar mi hogar en el estado Zulia, porque si continúo viviendo en la casa de la violencia, terminaré siendo otro espíritu atrapado en el balcón de una casa.
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