EL OBITUARIO DEL SOL
Por Carlos Fermín
Dime la verdad, ¿Crees en el destino? Muchos dicen que se puede cambiar, pero a veces siento que cuando "creemos" estar cambiando el destino, tomando decisiones impulsivas, metódicas o disonantes con nuestra propia naturaleza, no deja de ser parte del gran destino holístico al que todos pertenecemos. No me gusta reconocerlo, pero siento que la historia de cada uno de nosotros ya está escrita, incluso, mucho antes de haber nacido. Es algo mágico, misterioso y extravagante. Empiezo a pensar que no es necesario leer la palma de la mano, iluminar una bola de cristal o dibujar una cruz de sal, para sentir que estamos viviendo y transitando un destino previamente destinado a ser recorrido. Quizás suena absurdo, atrevido o escalofriante, pero es la sensación que en mis veintinueve años logré experimentar, y ahora que entro en la tercera década de la vida, puedo seguir aseverándolo.
El destino siempre es sublime. De lo trágico se aprende y de lo divino se emprende. La verdad, el Universo es una auténtica locura. Podría decir simplemente que las cosas pasan por algo, que no hay mal que por bien no venga, y que lo mejor es lo que pasa. Pero, ya ustedes me conocen, y siento una necesidad fisiológica de ir más allá del antiguo testamento. Entonces nos preguntamos ¿Realmente podemos cambiar el destino? ¿Será que hay una fuerza universal que controla el poder del tiempo? A veces somos pura vida y otras veces somos pura ficción. Lloramos y reímos por amores y tristezas. Eso ni se compra ni se vende. Si la vida es sueño, entonces somos dueños de nuestra vida. Sin embargo, el astro rey nunca deja de brillar para quienes cotejan el destino en blanco y negro con la realidad a full color. Por desgracia, el Sol ilumina nuestros bajos instintos y la Luna los esconde en la soledad de la injusticia.
"Cualquier terrícola puede acabar con el milagro sagrado de la existencia en un exiguo momento. Sin miramientos, sin treguas, y sin palabras"
Piensa por un instante lo siguiente: ¿Quiénes son los dueños de tu vida? Te partes el lomo trabajando a diario por un mejor futuro, te partes el alma por preservar valores fundamentales de vida, y te partes la mente por alejar los malos pensamientos que recorren nuestra sien. No obstante, llega un criminal y apaga tu luz en un santiamén. Te roban, te secuestran y te matan. Ellos son realmente los reyes del Universo. No tienen miedo de salir a la calle y vaciar los cartuchos de la muerte. Viven cada día como si fuera el último suspiro del agonizante suspiro, y tienen la libertad de hacer lo que les da la gana sin remordimiento taciturno.
El destino siempre es sublime. De lo trágico se aprende y de lo divino se emprende. La verdad, el Universo es una auténtica locura. Podría decir simplemente que las cosas pasan por algo, que no hay mal que por bien no venga, y que lo mejor es lo que pasa. Pero, ya ustedes me conocen, y siento una necesidad fisiológica de ir más allá del antiguo testamento. Entonces nos preguntamos ¿Realmente podemos cambiar el destino? ¿Será que hay una fuerza universal que controla el poder del tiempo? A veces somos pura vida y otras veces somos pura ficción. Lloramos y reímos por amores y tristezas. Eso ni se compra ni se vende. Si la vida es sueño, entonces somos dueños de nuestra vida. Sin embargo, el astro rey nunca deja de brillar para quienes cotejan el destino en blanco y negro con la realidad a full color. Por desgracia, el Sol ilumina nuestros bajos instintos y la Luna los esconde en la soledad de la injusticia.
"Cualquier terrícola puede acabar con el milagro sagrado de la existencia en un exiguo momento. Sin miramientos, sin treguas, y sin palabras"
Piensa por un instante lo siguiente: ¿Quiénes son los dueños de tu vida? Te partes el lomo trabajando a diario por un mejor futuro, te partes el alma por preservar valores fundamentales de vida, y te partes la mente por alejar los malos pensamientos que recorren nuestra sien. No obstante, llega un criminal y apaga tu luz en un santiamén. Te roban, te secuestran y te matan. Ellos son realmente los reyes del Universo. No tienen miedo de salir a la calle y vaciar los cartuchos de la muerte. Viven cada día como si fuera el último suspiro del agonizante suspiro, y tienen la libertad de hacer lo que les da la gana sin remordimiento taciturno.
Ellos son los valientes, los que no piensan en el mañana, los que viven única y solamente el hoy. Nosotros somos los cobardes, los que soñamos con el incierto futuro, y los que vivimos limitados a esperar, esperar y esperar. Tal vez los delincuentes sean nuestros mejores maestros en el viaje de la vida, quienes nos enseñan a vivir cada grandioso momento, como si fuera el más maravilloso regalo obsequiado por los dioses del Olimpo. Todo o nada. Vivir o Morir. Una bala punzante o un cambio de timón. Ellos NO juegan con el destino, porque ellos son el gran destino.
Queridos amigos y queridas amigas, voy a contarles una historia muy funesta pero a la vez verídica, que me tocó presenciar hace un par de semanas. Me encontraba en el estacionamiento de un pequeño centro comercial de dos pisos en Maracaibo, estaba esperando por un amigo que necesitaba asesoría académica sobre el tema del reciclaje, y quedamos en almorzar dentro de un restaurante para charlar un rato. De pronto vi llegar un optra color verde oscuro que se estacionó en el segundo puesto de los nueve disponibles en el mencionado parqueadero de carros. Vi bajar a un muchacho que se encontraba en el asiento del copiloto. Cerró la puerta del automóvil, y me di cuenta que llevaba una laptop con su cargador a una tienda de reparación de computadoras, la cual se hallaba en el segundo piso del establecimiento.
Mientras él subía la escalera, llegó otro carro optra de color verde oscuro, que obviamente era muy parecido al vehículo del cual se bajó el muchacho, y pude ver que se estacionó en el primer puesto del estacionamiento. Era un puesto muy estrecho y estaba reservado para el dueño de un club nocturno que se encontraba justo al frente del automóvil. Vi que el señor se bajó del puesto del piloto, lanzó con furia la puerta del coche y hablaba muy fuerte por teléfono celular, lo que parecía ser una acalorada discusión telefónica, a juzgar por su mal vocabulario. También me percaté que una niña se encontraba en el asiento del copiloto. Pude reconocerla, debido a que estaba llorando con insistencia, pese a que su papá o representante no le hacía el mínimo caso.
Al cabo de cinco minutos, el muchacho bajó las escaleras para abordar nuevamente el vehículo. Pero, sin darse cuenta, se confundió y abrió la puerta del otro optra verde oscuro, que se había estacionado mientras él estaba en la tienda de computación. Cuando la niña lo vio, empezó a gritar como loca, y el señor que hablaba por celular, se volteó y sin mediar palabras, sacó una pistola y le pegó siete tiros al muchacho, quien obviamente, murió de forma inmediata y ni siquiera pudo ser llevado al hospital.
Ante la confusión del momento, el asesino prendió el motor del carro y huyó rápidamente de la escena del crimen, sin ver que el muchacho no era un delincuente, no estaba armado, y no representaba una amenaza para la niña. Como suele ocurrir, en pocos minutos había decenas de personas alrededor del muchacho, quienes se mostraban atónitas ante la imagen sangrienta que empañaba la luz del Sol, y cubría de lágrimas al suelo del estacionamiento.
Queridos amigos y queridas amigas, voy a contarles una historia muy funesta pero a la vez verídica, que me tocó presenciar hace un par de semanas. Me encontraba en el estacionamiento de un pequeño centro comercial de dos pisos en Maracaibo, estaba esperando por un amigo que necesitaba asesoría académica sobre el tema del reciclaje, y quedamos en almorzar dentro de un restaurante para charlar un rato. De pronto vi llegar un optra color verde oscuro que se estacionó en el segundo puesto de los nueve disponibles en el mencionado parqueadero de carros. Vi bajar a un muchacho que se encontraba en el asiento del copiloto. Cerró la puerta del automóvil, y me di cuenta que llevaba una laptop con su cargador a una tienda de reparación de computadoras, la cual se hallaba en el segundo piso del establecimiento.
Mientras él subía la escalera, llegó otro carro optra de color verde oscuro, que obviamente era muy parecido al vehículo del cual se bajó el muchacho, y pude ver que se estacionó en el primer puesto del estacionamiento. Era un puesto muy estrecho y estaba reservado para el dueño de un club nocturno que se encontraba justo al frente del automóvil. Vi que el señor se bajó del puesto del piloto, lanzó con furia la puerta del coche y hablaba muy fuerte por teléfono celular, lo que parecía ser una acalorada discusión telefónica, a juzgar por su mal vocabulario. También me percaté que una niña se encontraba en el asiento del copiloto. Pude reconocerla, debido a que estaba llorando con insistencia, pese a que su papá o representante no le hacía el mínimo caso.
Al cabo de cinco minutos, el muchacho bajó las escaleras para abordar nuevamente el vehículo. Pero, sin darse cuenta, se confundió y abrió la puerta del otro optra verde oscuro, que se había estacionado mientras él estaba en la tienda de computación. Cuando la niña lo vio, empezó a gritar como loca, y el señor que hablaba por celular, se volteó y sin mediar palabras, sacó una pistola y le pegó siete tiros al muchacho, quien obviamente, murió de forma inmediata y ni siquiera pudo ser llevado al hospital.
Ante la confusión del momento, el asesino prendió el motor del carro y huyó rápidamente de la escena del crimen, sin ver que el muchacho no era un delincuente, no estaba armado, y no representaba una amenaza para la niña. Como suele ocurrir, en pocos minutos había decenas de personas alrededor del muchacho, quienes se mostraban atónitas ante la imagen sangrienta que empañaba la luz del Sol, y cubría de lágrimas al suelo del estacionamiento.
Algunos culparán al muchacho de haber estado distraído, y otros culparán al dueño del antro que lo mató por el simple instinto asesino. Esa es la realidad que vivimos en los países latinoamericanos. Ante la duda, la muerte. Todos somos enemigos en la calle, y no hay segundas oportunidades para remediar los errores. Siempre tenemos que estar a la ofensiva y a la defensiva. Vivimos en un infernal punto de ebullición que no acepta disculpas, mediaciones o reclamos. El chiste es tomar la justicia por nuestra propia cuenta, y vengarnos en un manto de paranoia que asfixia el discernir de la ciudadanía.
"Y creo que esa es la clave para enfrentar la vida, simplemente tomarla por los cuernos y perdonar las heridas del pasado"
Si te quedas detrás del destino, el mismo destino perpetuará tu sombrío destino por el resto de la eternidad. Si superas la brecha del destino, el mismo destino perpetuará tu bendito destino por el resto de la eternidad. Se trata de caer y levantarse, de no prejuzgar a la gente sin conocerla, y de no encerrarnos en un mundo lleno de problemas, en el que esos problemas, también sufren los mismos problemas que tú padeces a diario. ¿Lo entiendes? Es siempre ser luz pase lo que pase. Recuérdalo. Siempre ser luz pase lo que pase.
Si dejas que te roben el optimismo, la esperanza y los sueños, entonces seguro que encabezarás las tristes páginas de un longevo obituario, que jamás descansará en paz y que terminará reclamando falsas virtudes cuando se acstumbró a vivir de los clásicos defectos. Dime la verdad ¿Hace cuánto no lloras? te dijeron que era un delito, una debilidad o una estupidez. ¿Tienes miedo de lanzar furiosamente una maldita jarra de vidrio en el suelo del living room? ¿Por qué no lo haces? ¿Te importa el qué dirán? ¿Para qué o quién vives? ¿Hasta cuándo vas a seguir ocultando y reprimiendo tus sentimientos? ¿Qué es lo que realmente quieres de la vida?
Parece que ese es el verdadero dilema a analizar. Si no sé quién soy, entonces seré lo que otros ya han sido. Tomo lo bueno y desecho lo malo. Pero, ¿Quién dijo que eso era algo bueno y aquello era algo malo? Debe ser horrible estar a punto de morir, y sentir que hiciste lo mismo que hicieron los demás. Por eso algunos fallecen al "fallar" en la vida, y otros ascienden al "escapar" de la muerte. ¿Quieres fallar o escapar? Te pregunto algo ¿Qué opinas de intentar? Sin presiones, sin expectativas, sin liturgias. Simplemente intentar ser algo nuevo, algo distinto, algo que te haga sacar una sonrisa en tu lecho de muerte. Necesitamos un hechizo que nos haga despertar del letargo sideral en el que pernoctamos.
"No te cases, eso es prostitución. No tengas hijos, mejor adopta el hijo de la prostituta. No te confieses, porque nadie absolutamente NADIE está libre de pecado"
Recuerda que la ruina del hombre es vivir bajo la ruina del Hombre. Si sabes lo que te conviene, aprende a ver la luz en el más oscuro de los callejones taciturnos, y no olvides que el Sol está allí afuera, esperando que lo veas, lo pienses y lo sigas con devoción. Él es tu único amigo en la vida y la única brújula que nos aleja de las mentiras dogmáticas que imperan en el planeta Tierra. El día que falle, fallarás de por vida...
[email protected]
carlosrupertofermin.wordpress.com
http://ekologia.com.ve
"Y creo que esa es la clave para enfrentar la vida, simplemente tomarla por los cuernos y perdonar las heridas del pasado"
Si te quedas detrás del destino, el mismo destino perpetuará tu sombrío destino por el resto de la eternidad. Si superas la brecha del destino, el mismo destino perpetuará tu bendito destino por el resto de la eternidad. Se trata de caer y levantarse, de no prejuzgar a la gente sin conocerla, y de no encerrarnos en un mundo lleno de problemas, en el que esos problemas, también sufren los mismos problemas que tú padeces a diario. ¿Lo entiendes? Es siempre ser luz pase lo que pase. Recuérdalo. Siempre ser luz pase lo que pase.
Si dejas que te roben el optimismo, la esperanza y los sueños, entonces seguro que encabezarás las tristes páginas de un longevo obituario, que jamás descansará en paz y que terminará reclamando falsas virtudes cuando se acstumbró a vivir de los clásicos defectos. Dime la verdad ¿Hace cuánto no lloras? te dijeron que era un delito, una debilidad o una estupidez. ¿Tienes miedo de lanzar furiosamente una maldita jarra de vidrio en el suelo del living room? ¿Por qué no lo haces? ¿Te importa el qué dirán? ¿Para qué o quién vives? ¿Hasta cuándo vas a seguir ocultando y reprimiendo tus sentimientos? ¿Qué es lo que realmente quieres de la vida?
Parece que ese es el verdadero dilema a analizar. Si no sé quién soy, entonces seré lo que otros ya han sido. Tomo lo bueno y desecho lo malo. Pero, ¿Quién dijo que eso era algo bueno y aquello era algo malo? Debe ser horrible estar a punto de morir, y sentir que hiciste lo mismo que hicieron los demás. Por eso algunos fallecen al "fallar" en la vida, y otros ascienden al "escapar" de la muerte. ¿Quieres fallar o escapar? Te pregunto algo ¿Qué opinas de intentar? Sin presiones, sin expectativas, sin liturgias. Simplemente intentar ser algo nuevo, algo distinto, algo que te haga sacar una sonrisa en tu lecho de muerte. Necesitamos un hechizo que nos haga despertar del letargo sideral en el que pernoctamos.
"No te cases, eso es prostitución. No tengas hijos, mejor adopta el hijo de la prostituta. No te confieses, porque nadie absolutamente NADIE está libre de pecado"
Recuerda que la ruina del hombre es vivir bajo la ruina del Hombre. Si sabes lo que te conviene, aprende a ver la luz en el más oscuro de los callejones taciturnos, y no olvides que el Sol está allí afuera, esperando que lo veas, lo pienses y lo sigas con devoción. Él es tu único amigo en la vida y la única brújula que nos aleja de las mentiras dogmáticas que imperan en el planeta Tierra. El día que falle, fallarás de por vida...
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